VIDA
Terapia de células madre
Celulas madre, ¿ciencia o ficción? (parte 3)
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Cuando las células que se aplican son del mismo paciente se dice que es un injerto autólogo, este tipo de injerto tiene la ventaja de no provocar rechazo, no ocasiona reacciones injerto-huésped, no transmite enfermedades, y no es necesario aplicar medicamentos para suprimir el sistema inmunológico encargado de nuestra defensa.
Cuando las células que se aplican no proviene del mismo paciente pero son células de otra persona (misma especie) se dice que es un injerto homologo, tal es el caso de las células obtenidas del cordón umbilical, este tipo de injerto puede presentar una reacción injerto-huésped, y representa algunos riesgos, la reacción inmunológica ocasiona destrucción de las células que se aplican y puede desencadenar una reacción de anafilaxia tipo alérgica.
Las células utilizadas de otras especies tales como; porcinos, caprinos, bovinos, etc., se les conoce como injertos heterólogos, y desde luego que este tipo de injertos son los que más riesgos representan y los que menores posibilidades de curación tienen dado que la diferencia entre los tejidos del donador y el receptor es mucho mayor.
Actualmente son los injertos autólogos los que mejores resultados ofrecen y existen diferentes técnicas para la utilización de estas células madre, se pueden obtener de la grasa, la sangre periférica, la medula ósea, se pueden separar estas células madre, cultivarlas y guardarlas en congelación a muy baja temperatura para utilizarlas cuando se requieran.
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